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Oliver Peoples, Serie I: un homenaje al legado de la marca y la artesanía japonesa
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El vínculo que une a Oliver Peoples con la artesanía japonesa desde hace décadas alcanza su cenit en la última colección cápsula.
La filosofía de esta excepcional artesanía no consiste simplemente en lograr la perfección técnica en el mundo material: es la obligación espiritual y social de ofrecer lo mejor de sí mismo, cualquiera que sea el proyecto. El auténtico artesano sabe que, para obtener este venerado título, no puede saltarse ningún paso ni pasar por alto ningún detalle. El trabajo debe ser perfecto.
La montura TK-1 y el clip en Pewter y Blue, junto con la montura TK-3 en Brushed Silver y Ash Blue Wash Photochromic, sobre texturas naturales de bambú y estampados procedentes de Japón.
Fue precisamente esta rara obsesión con la artesanía lo que impulsó a los fundadores de Oliver Peoples a colaborar con fabricantes japoneses desde el principio. La relación entre la empresa y el país se forjó allá en 1987, gracias al fax y a los frecuentes vuelos a Japón. Esta etapa formativa llegaría a influir en la marca y la filosofía de producto de Oliver Peoples en distintas maneras que aún hoy persisten. Japón, su moda, su arquitectura, su cultura y su arte siguen siendo inherentes a la marca Oliver Peoples, y sus socios japoneses continúan siendo fundamentales para ayudar a OP a crear gafas duraderas, meticulosamente fabricadas y con un diseño exquisito. Esta conexión inseparable con la artesanía japonesa desde hace décadas alcanza su cenit en la última colección cápsula de Oliver Peoples. Esta colección, diseñada en Los Ángeles y fabricada en Japón, es tanto un sofisticado estudio del arte japonés de la producción de gafas como un importante homenaje al legado de Oliver Peoples.
En los cristales Blue del clip TK-1 se aprecia un guiño a la larga tradición del índigo en Japón.
Un aire moderno para un diseño vintage en las TK-2 en Brushed Gold.
Las TK-2 en Antique Gold y las TK-1 en Pewter con su clip a medida, encajan a la perfección en la decoración original de mediados de siglo de la Casa Walker.
La Serie I, que está compuesta por dos estilos de monturas ópticas, unas gafas de sol y un clip para
cristales de sol, ofrece una visión moderna de los diseños clásicos, con guiños a la artesanía y la
estética japonesas de principio a fin. Al crear esta colección de maestros artesanos, Oliver Peoples vio
en cada superficie una oportunidad para demostrar la reflexión en el diseño y la excepcionalidad en la
artesanía. Una filigrana personalizada, impresa con ingenio en el titanio, aparece en todos los modelos.
Su diseño es una celebración del minimalismo y la arquitectura japonesa. Presenta un patrón
multidimensional con rombos y puntos en relieve.
Mientras el ojo aprecia el diseño, la mente se deja
llevar a los trabajos de arquitectos como Kengo Kuma y Tadao Ando, maestros contemporáneos que usaban
los materiales para crear un efecto espartano y a la vez elaborado. Se podría encontrar incluso un
paralelismo con la sorprendente especificidad de artistas como Nobuo Sekine y Lee Ufan, pioneros del
movimiento artístico mono-ha de mediados del siglo XX. El espíritu de esta complejidad simple se
perpetúa. A lo largo del frente de TK-1 se aprecian sutiles detalles en el diseño perforado que
continúan en el frente del clip para cristales de sol.
La filigrana personalizada, inspirada en la arquitectura japonesa, se encuentra en el extremo y en la barra superior de TK-2 en Antique Gold.
El elegante diseño geométrico de círculos y triángulos procede de un par de gafas realizadas hace treinta
años en Japón y descubiertas en el archivo de Oliver Peoples. Por otra parte, las puntas de varillas
cilíndricas ponderadas, disponibles en carey y colores sólidos, mejoran la forma y desempeñan una
función inestimable e invisible, ya que gracias a ellas las gafas se apoyan más suavemente en el rostro.
Se integran de forma imperceptible y elegante en la gafa, niveladas con el titanio que las rodea. Estos
pequeños detalles, considerados en conjunto, proporcionan una sensación indescriptible al portador que
las luce.
Esta colección es una auténtica fusión de la artesanía japonesa con los principios de
diseño inherentes a la marca Oliver Peoples. Tomemos como ejemplo el carey. Cuando Oliver
Peoples fue inaugurada, se hizo famosa por lanzar una montura en ocho tonos distintos de carey. Este
diseño, así como la ingeniosa forma en que OP lo aplicaba, se convirtió en una especie de tarjeta de
visita, haciendo apariciones inolvidables en la cultura pop a lo largo de los años. En esta serie de
maestros artesanos, como ya se ha mencionado, el carey se puede encontrar en las puntas de varillas
ponderadas además de las plaquetas nasales ajustables de acetato, disponibles en carey claro, oscuro y
otros tonos seleccionados para que combinen a la perfección con los cristales.
La historia del carey en OP reaparece en las plaquetas nasales de acetato en toda la colección, tal y como se ve aquí en la montura TK-2 en Antique Gold.
Los cristales del clip TK-1, con sus tonos intensos, añaden una sorprendente versatilidad a la montura óptica TK-1.
Dentro de cada pequeño espacio existe un mundo de color: el tono rosado de un atardecer en Kioto, el gris
humo del cemento de Tokio. Cada porción de carey está en armonía con la montura y cuenta su propia
historia. Para elegir los colores de las monturas en sí, Oliver Peoples se inspiró en el pasado. Las
monturas de titanio se presentan en favorecedores tonos cálidos y fríos: Pewter, Brushed Silver, Brushed
Gold y Antique Gold. Los acabados envejecidos, como Pewter y Antique Gold, eran mucho
menos comunes cuando Oliver Peoples empezó a utilizarlos a finales de los años 80, una época en la que a
menudo se dejaba de lado lo sutil para abrir paso a los colores neón.
Hoy en día, los colores Pewter
y Antique Gold son iconos sempiternos en el catálogo de Oliver Peoples y siguen siendo los pilares de la
marca. Su uso en esta colección supone un guiño a las características especiales que ayudaron a
solidificar la reputación de OP como una fuerza innovadora —y elegante— a lo largo de los últimos 30
años. Las lentes personalizadas en colores de inspiración vintage en distintas saturaciones
complementan las monturas. Cada elemento —desde los soportes nasales de acetato hasta el frente
metálico— ha sido tomado en consideración a la hora de elegir el color y la densidad de la lente
correspondiente.
La Serie I es tanto un sofisticado estudio del arte japonés de la producción de gafas como un homenaje al propio legado de OP.
Classic Grey y Brown ofrecen un look que no pasa de moda, mientras que el azul intenso de las lentes Blue
rinde homenaje al uso del color índigo en Japón, y Persimmon es una alternativa moderna de densidad
media. La pasión japonesa por los colores lavados para los cristales fue la inspiración para las gafas
de vista TK-2, disponibles en tres transparencias ligeramente coloreadas. El toque final de cada lente:
el logotipo personalizado artesanal breath logo, otro detalle más para fascinar al usuario de las gafas.
La colección de la Serie I, desde las monturas hasta el embalaje personalizado, es la manifestación
física de algunos de los más altos ideales arraigados en la artesanía japonesa y en el legado de diseño
de Oliver Peoples.
Aquí se favorece lo artesanal frente a la producción masiva, y cada elección —sin
importar
lo insignificante que parezca— responde a una intención. Esta extraordinaria atención al detalle se
revela en su totalidad en el pequeño carácter kanji impreso en la parte delantera de la caja de papel de
arroz en la que se incluye cada montura. Al igual que las propias monturas, el envoltorio se consideró
una oportunidad más para hacer uso de la exquisita artesanía. De esta manera, cada línea, cada curva,
cada ángulo de la colección honran y exhiben el trabajo del maestro artesano.
Texto: Jenny Bahn
Video: Yong Kim
Fotos: Rich Stapleton
El vínculo intrínseco de la Casa Walker y California con el diseño japonés