El Chef Roze Traore ha creado un arte comestible, resultado de la unión de su experiencia culinaria internacional y su pasión por la innovación, que ahora comparte con nosotros en una receta de inspiración californiana.
La naturaleza fugaz de la comida impide a menudo que la entendamos como arte, pero el Chef Roze Traore prepara sus platos de tal forma que nada nos impide considerarlos de ese modo. Nuestro chef comenzó a afilar sus cuchillos en la conocidísima academia culinaria francesa, Le Cordon Bleu. Más tarde, trabajó en el restaurante NoMad de Nueva York, premiado varias veces con estrellas Michelin, estancia en la que el Chef Roze desempeñó el cargo de Chef tournant, lo que le exigía un trabajo impecable en todas las estaciones de cocina del restaurante, en aquella época bajo la dirección del Chef ejecutivo Daniel Humm. Desde entonces, el Chef Roze también ha iniciado una carrera como chef privado, centrada en clientes de alto perfil del sector de la moda. Y, durante todo este tiempo, ha acrecentado su inspiración y su experiencia gracias a sus viajes por el mundo, que le han permitido seguir perfilando su arte culinario.
El Chef Roze Traore, reconocido chef internacional, de camino a la cocina con unas Shiller.
El Chef Roze comparte con nosotros el grandísimo influjo que los viajes han ejercido en su carrera. «Como chef, te puedes centrar perfectamente en la cocina de tu ciudad natal o en los alimentos propios de tu herencia cultural, pero la principal inspiración de mis platos son los viajes, una actividad que me mantiene motivado, en evolución y luchando por mejorar día a día». El Chef Roze, ansioso por aprender, siempre tiene a mano su cuaderno de notas para escribir observaciones sobre las cocinas locales que más tarde le permiten llevar nuevas ideas a su trabajo.
Gracias a estos viajes, el Chef Roze encuentra con frecuencia ingredientes que le resultan nuevos y que le permiten buscar sabores únicos en sus platos. «Ciertas hierbas y especias, como el curry o el comino, son muy conocidas en platos indios o mexicanos, pero siempre es más interesante que aparezcan de forma inesperada en platos ajenos a esas culturas», continúa el Chef Roze. «Para mí, lo importante no es tanto reinventar la rueda como mejorar mi trabajo como artesano utilizando los ingredientes y las especias de forma práctica, es decir, con un propósito».
La palabra artesanía es importante en este contexto y tremendamente poderosa para nuestro chef. Nos dice: «Para mí, los años pasados cortando alimentos en juliana o en dados, o practicando mis técnicas para el puré son la perfecta definición de artesanía. Además, el emplatado artístico y estético es una verdadera pasión en mi cocina, otro motivo por el que, como chef, me veo a mí mismo como un artesano».
El chef Roze destaca en el bullicio de la cocina. Es posible que sea un lugar de un estrés absoluto, pero él también lo encuentra «pacífico, catártico e inspirador». Cuando la cocina está saturada y atestada de pedidos, el Chef Roze rememora la calma y el silencio del trabajo matutino de preparación y los canaliza hacia su interior, lo que le permite llegar a la noche sin perder la concentración. Nos explica que «cuando acaba el día, siento que la cocina es el lugar que me hace feliz y en el que hago lo que sé hacer mejor. Estoy agradecido por considerar mío un espacio como ese».
En el menú de hoy, el Chef Roze preparará un plato, de inspiración californiana, con cogollos de lechuga romana.
Desde su época en Le Cordon Bleu, en The NoMad y en el resto de restaurantes, el Chef Roze ha aprendido importantes lecciones que, más tarde, ha convertido en la base de su carrera. En todos esos escenarios le han dicho que «siempre es más fácil seguir la corriente y tener una mentalidad gregaria» en la cocina. Y, sin embargo, Chef Roze ha valorado siempre la importancia de la individualidad y de la autenticidad en la cocina. Aunque, por supuesto, no deja de reconocer que «trabajar en restaurantes con estrellas Michelin como el NoMad y el Eleven Madison Park ha mejorado muchísimo mi trabajo y me ha convertido en el profesional que soy». Aunque, en realidad, esos trabajos acabaran por darle la posibilidad de seguir su propio camino como chef privado, su verdadera pasión.
A menudo, la gente se pregunta por qué las que las cenas privadas son tan caras, pero no se dan cuentan de la cantidad de días y de horas necesarios para preparar un evento personalizado de ese tipo. Chef Roze se describe a sí mismo como un perfeccionista: «Puedo pasar horas y horas asegurándome de que mis menús son perfectos, de que la ambientación es ideal y de que se ha prestado una atención exquisita a todos y cada uno de los detalles de la comida. Al final, el evento gira alrededor de mis clientes y por eso siempre me aseguro de que, para ellos, la experiencia sea perfecta». Organizar una experiencia culinaria privada a medida es un trabajo primoroso en el que debe emplearse una inventiva formidable.
Chef Roze cocina según el principio «de la granja a la mesa», es decir, utilizando ingredientes frescos locales.
Mediante la búsqueda de formas de combinar sabores únicos en un nuevo plato, el chef Rōze se propone mantener su individualidad en la cocina.
Los años que ha dedicado a practicar distintas maneras de trocear, cortar en cubitos y hacer purés le han ayudado a perfeccionar su arte culinario.
Cogollos de Lechuga Romana Dos Modos
(para 4 personas)
Ingredientes:
1 cucharada de miel
4 limones
3 pomelos
1 cucharadita de sal
1 manzana
2 cucharadas de mirin
1 vaso de aceite de oliva virgen extra
3 cogollos de lechuga romana
Eneldo fresco
150 gramos de burrata
2 copas de vino blanco
1 cebolla
400 gramos de pata de cangrejo sin cocer
1 diente de ajo
2 cucharadas de mantequilla
El Chef Roze emplata sus creaciones de forma realmente estética y agradable a la vista.
Su plato finalizado resalta la importancia de utilizar ingredientes frescos que pueden cocinarse en cualquier lugar.
Paso 1 | Crema de burrata
Añadir la burrata a una batidora con 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y un puñado de eneldo picado. Mezclar hasta que se emulsione completamente y sazonar con sal.
Paso 2 | Vinagreta de pomelo
Cortar 2 pomelos enteros en gajos. En una ensaladera, exprimir 2 limones y 1 pomelo. Batir con miel, el mirin y medio vaso de aceite de oliva. Espolvorear con sal y continuar batiendo hasta que la mezcla esté completamente emulsionada.
Paso 3 | Lechuga sellada
Cortar dos cogollos de lechuga por la mitad. Colocar una sartén a fuego medio. Añadir 1 cucharada de aceite de oliva en el fondo de la sartén. Poner la lechuga con el interior hacia abajo y sellar hasta que esté asada. Salar y retirar del fuego. Dividir en cuartos.
Paso 4 | Cangrejo
Colocar una olla grande en el fuego y rellenarla de agua. Añadir al agua medio vaso de sal y el vino, cortar 2 limones por la mitad, exprimirlos y añadir el zumo también al agua.
Cuando el agua esté hirviendo, añadir el cangrejo y cocerlo durante 5 minutos. Cuando haya transcurrido ese tiempo, retirar y sumergirlo en hielo. Sacar el cangrejo del hielo y utilizar unas tijeras para cortar el caparazón y extraer la carne. Cuando se haya extraído la carne, encender el fuego a potencia media y colocar encima una sartén pequeña. Añadir medio vaso de vino blanco y el diente de ajo a la sartén. Dejarlo reducir durante 2 minutos y después añadir 1 cucharada de mantequilla. Dejarlo reducir 3 minutos y, a continuación, añadir el cangrejo. La salsa empezará a espesar y adquirirá el aspecto de un glaseado de mantequilla.
Utilizar esta preparación como guarnición del plato.
Por separado, cortar un cogollo de lechuga fresca en cuartos y colocarlo en un cuenco para aliñarlo con la vinagreta de pomelo.
Paso 5 | Guarnición
Cortar una manzana fresca en láminas muy finas
Paso 6 | Emplatado
Repartir la crema de burrata en el fondo del plato. Colocar la lechuga sellada y la lechuga fresca encima de la crema de burrata y acompañarla de las láminas de manzana, los gajos de pomelo y el cangrejo. Utilizar la guarnición para rellenar los huecos entre la lechuga.
Chef Roze disfruta de la comida luciendo las Row Brownstone 2.
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TEXTO: David Graver
VIDEO: Joseph Mitchell
Fotos: Justin Chung