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Presentamos nuestras primeras gafas de esquí: OP Aspen
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Las estilosas gafas de esquí OP Aspen combinan lo último en tecnología con el estilo vintage. El regalo perfecto para estas fiestas.
Imagínese en una estación de esquí de los Alpes en el año 1965, aproximadamente. Se oyen risas y el choque de las copas de champán de fabulosa gente chic, mientras descansan bajo el sol después de haber bajado unas pistas con la elegancia que les caracteriza. Para cuando el sol comienza a ponerse y los telesillas dejan de funcionar, al pie de la montaña el pueblo cobra vida a medida que los eventos sociales que siguen a la jornada de esquí llenan hoteles señoriales, así como nuevos resortes. Hoy en día, en el pueblo se respira una energía renovada, más dinámica y diferente de la que existía en aquel entonces, una época en la que solo los valientes se atrevían a luchar contra las duras condiciones climatológicas para alcanzar estos lugares tan remotos.
Brigitte Bardot de camino a su chalet, en su Rolls Royce Silver Cloud II, Méribel, 1966. Foto de François Gragnon/Paris Match, por Getty Images.
En ningún otro sitio la energía es tan latente como en las preferencias de estilismo de la multitud adinerada. Las líneas rectas y las prendas de punto ajustadas dejan paso a los atuendos con estampados atrevidos y dotados de tecnología, así como de tejidos elásticos y resistentes al agua. La “alta costura deportiva” es la última moda. Así, personajes célebres y estrellas de Hollywood acogen esta última tendencia adaptándola a sus gustos personales y, definiendo así, la era de la moda deportiva con más estilo.
Con la era de la aviación de turbina, que permitió viajar con más facilidad que nunca, cada vez más personas se reunían en remotas regiones de montaña como Verbier, Courchevel, Chamonix y Zermatt. Escenas de este género comenzaron a circular por todo el mundo en forma de fotos tomadas por una Kodak, dando ejemplo de lo que significaba ser un viajador con estilo, no solo para ir a esquiar, sino también para las veladas que llenaban los resortes al pie de las montañas, los cuales empezaron a brotar en masa.
Las gafas de esquí OP Aspen se caracterizan por las monturas ópticas y una muesca en la espuma a ambos laterales que permite llevarlas cómodamente.
Las mejoras en la ropa de esquí contribuyeron al aumento de la participación en este deporte, pero los atuendos de los eventos sociales que le seguían se convirtieron en última tendencia, lo cual también acrecentó el interés por el esquí como un pasatiempo para un generación con tiempo y dinero de sobra. El boom del esquí también se trasladó a la cultura pop, especialmente en el cine donde muchos pueblos de montaña se convirtieron en populares sets de rodaje para películas de gran envergadura. Clásicos como La Pantera Rosa o 007 al servicio secreto de su Majestad proporcionaron a los espectadores una visión hiperrealista de este mundo como telón de fondo. Hasta hoy, películas y series de televisión se concentran en personajes intrigantes y con frecuentes escenas de ambiente alpino, lo cual se debe en parte, al innegable factor sensacionalista que poseen estos parajes.
Sin embargo, más que las grandes historias ambientadas en estos parajes, fueron los grandes iconos los que hicieron que la gente comenzara a interesarse por el esquí. Durante la era dorada de los viajes, cuando las personas eran anónimas y las escapadas se revelaban opulentas, las ciudades chic de montaña comenzaron a ponerse de moda gracias a personajes de interés público y a su contribución estilística en el esquí y en los eventos sociales. Desde estrellas del cine hasta personajes de la realeza, pasando por celebridades de la moda y del Playboy; era difícil no estar de acuerdo en que era más estilosa la era alpina que la moda en sí a lo largo de toda la década de 1960. Comparemos el estilo mod monocromático de Audrey Hepburn en la película Charada y las coloridas escenas de las fotos de Slim Aaron donde se ven los eventos sociales del esquí en plena revolución cultural, la “swinging sixties”. Si había un estilo que lideraba a nivel mundial, se encontraba en las pistas de esquí.
Robert Redford y Camilla Sparv en “El descenso de la Muerte” (1969). Fotografía de Stringer cedida por Getty Images.
En Ski Bum, Charlotte Rampling nos regala un estilo desenfadado inspirado en la cultura rompedora californiana, mientras que en El descenso de la muerte, Robert Redford nos presenta un estilo de montaña impecable. Si existe un icono de la moda masculina imperecedera, ese fue don Redford a finales de los años sesenta y principios de los años setenta. Evidentemente, no creó su refinado estilo de la nada, sino que adaptó las líneas limpias popularizadas por el icónico triunvirato de la moda francesa: Alain Delon, Serge Gainsborough y Jean-Paul Belmondo. Al observar el estilo inconfundible europeo de estos hombres en la década de los sesenta, es comprensible que Redford tomara ejemplo de ellos, aunque añadiera una chaqueta americana para darle así su propio toque imperecedero.
En contraposición al estilo desenfadado pero refinado de Redford se encuentra el estilo sartorial y metropolitano, por excelencia, de Gianni Agnelli. Agnelli es famoso por muchos motivos como por poseer un Ferrari y por su pasión por la navegación, pero es obvio que los dos helicópteros que tiene en Turín tampoco dejan a nadie indiferente. Uno lo usa para ir al mar a navegar, mientras que el otro lo usa para ir a esquiar. Pocas fotos pueden retratar el glamuroso estilo alpino, típico de mitad del siglo, como ver a don Agnelli alejándose de su helicóptero en la cima de una montaña. No obstante, si tuviéramos que escoger otros dos momentos congelados en el tiempo que nos provoquen las ganas de ponernos un jersey de cuello vuelto y unos pantalones de lana, serían sin duda la imagen de Brigitte Bardot en Francia y Jackie y Caroline Kennedy en Suiza —además de Camilla Sparv y Redford en “El descenso de la muerte”.
Andrew Maness
Para Oliver Peoples la creación de una línea de gafas de esquí es una invitación a ver las montañas desde su perspectiva, como un lugar donde poder expresarnos.
Cuando la era de la aviación de turbina se concluyó, los viajes en avión ya no eran tan exclusivos y con ello, los destinos de los iconos de la moda. A mitad de los años setenta, los tejidos resistentes al agua y con mejor aislamiento predominaron y la funcionalidad ocupó el lugar de la moda, a la vez que en los eventos sociales se instauró un estilo “más clásico”. Esta nueva perspectiva persistió igualmente a lo largo de los años ochenta y noventa, cuando los colores brillantes y estampado chillones adornaban prendas de líneas poco favorecedoras, lo cual dio como resultado algún que otro atuendo discutible. Hasta hace poco, cuanto más se asemejará la ropa deportiva a la de un profesional del deporte, más atraía al consumidor, por lo que el objetivo primordial de los patrocinadores era que sus deportistas destacasen.
Sin embargo, gracias a la unión de la tecnología con las tendencias, los entusiastas de los deportes invernales ya no tienen que sacrificar el estilo por la funcionalidad. Las primeras gafas de esquí de Oliver Peoples rinden homenaje al estilo de aquellos tiempos con la integración de la mejor calidad óptica. Inspiradas en la nueva tienda en Aspen, Colorado (EEUU), las gafas OP Aspen son un modelo lujoso realizado solo como Oliver Peoples sabe hacer. Están disponibles en color negro mate con rayas de color marfil o en color pardo mate con rayas marrones. Cada par de gafas viene con dos tipos de lentes intercambiables: unas espejadas para los días soleados y otro par en amarillo para los días nublados y cuando nieva.
Jacqueline y Caroline Kennedy esquiando (1966). Fotografía de Bettmann cedida por Getty Images.
Únicamente existen 20 unidades disponibles de las gafas de Aspen. Se caracterizan por las lentes en platino y la cinta de sujeción de colores que proporciona un estilo auténtico. Las tres bandas de color en la cinta incluyen un diseño original que consiste en un bordado repetitivo del logotipo de Oliver Peoples.
Fiel a sus raíces, las gafas de esquí OP Aspen se caracterizan por las monturas ópticas y una muesca en la espuma a ambos laterales que permite llevarlas cómodamente. Este modelo se combina con facilidad gracias a su estilo inspirado en la era vintage del esquí de mitad del siglo.
Cada par de gafas incluye dos tipos de lentes intercambiables: unas espejadas para los días soleados y otro par en amarillo para los días nublados.
La gama de colores usada consiste en colores llamativos para poder ser visto desde cualquier punto en las pistas, y además, nos traslada a la estética que habría sido la opción preferida de los iconos mencionados anteriormente. Para Oliver Peoples la creación de una línea de gafas de esquí es una invitación a ver las montañas desde su perspectiva, como un lugar donde poder expresarnos. Esquiar es un arte que se puede adaptar a los gustos de cada persona que lo practique. Algunos se concentran en conseguir velocidad, otros se concentran en hacer el giro perfecto, mientras que otros simplemente disfrutan de la naturaleza que les rodea. El deseo de Oliver Peoples es que, independientemente del motivo por el que una persona se lanza por las pistas de esquí, cada vez que se ponga las OP Aspen se traslade atrás en el tiempo a la romántica época del esquí alpino. Las gafas OP Aspen son un tributo a este especial periodo de la historia mezclado con la tecnología actual y dotadas de las características más prémium. De este modo, Oliver Peoples aporta a la experiencia de montaña un estilo en pista versátil y alegre, que permite poder concentrarse totalmente en la actividad.
Gianni Agnelli con su helicóptero privado en las pistas cerca de Sestrière Ski Resort en Italia (1967). Fotografía de David Lees/The LIFE Picture Collection cedida por Getty Images.
TEXTO: Andrew Maness
Fotografías: Meghan Kay Sadler